
Por ello, los gobiernos y las empresas eléctricas promueven periódicamente campañas de ahorro y racionalización del consumo, que se sustentan, entre otras, en las siguientes medidas:
• Uso de motores eléctricos y lámparas de bajo consumo.
• Mejora de los aislamientos térmicos para evitar pérdidas en sistemas de calefacción y aire acondicionado.
• Empleo de sistemas de almacenamiento de energía en horarios de bajo consumo (tarifas nocturnas).